La descarga del ejemplar, con una grúa, se realizó en presencia de los técnicos de la Consejería de Desarrollo Rural y del Ayuntamiento castreño y el cuerpo fue retirado por una furgoneta del Servicio de Limpieza de Castro Urdiales. Tras solicitar permiso a la Sección de Especies Protegidas, perteneciente al Servicio de Conservación de la Naturaleza, la tortuga fue enterrada ayer en Castro Urdiales. Cuando los servicios técnicos municipales consideren que se puede desenterrar el cadáver se estudiará el estado de conservación del caparazón y se informará de esta circunstancia al Servicio de Conservación de la Naturaleza para que se persone en el lugar en el que ha sido depositado el ejemplar.
Conservación
El estado de conservación general del animal era bueno, sin lesiones externas. Eso sí, presentaba un cierto grado de descomposición. No se ha podido precisar las causas de la muerte de la tortuga, aunque en el reconocimiento se observó la presencia de coágulos de sangre en el interior de la boca, sin detectarse la presencia de plásticos o sedales.
Distribución
Las tortugas laúd viven en casi todos los océanos del mundo, aventurándose mucho más al norte o sur que otras tortugas marinas gracias a su peculiar sistema de regulación de la temperatura corporal. Es la mayor de todas las tortugas. Posee un caparazón liso y oscuro, con crestas que lo recorren desde la cabeza hasta la cola. Esta concha no está formada por escudos óseos, sino que está hecha de tejido conectivo blando (de ahí el nombre de tortuga de cuero que se le da a veces).
Un Ejemplar de Dermochelys coriacea.
El ejemplar de Dermochelys coriacea, encontrado muerto en Cantabria.
Noticia extraida del Diario Montañés